Situada en la zona noreste de Villaralto, la propuesta de 26 viviendas unifamiliares busca crear una pieza coherente que contribuya a generar un orden inexistente en la zona y sirva para consolidar el límite del casco urbano. La imagen externa del conjunto enlaza elementos del lenguaje moderno con la tradición local, en una composición que busca un juego de luces y sombras dentro de la unidad volumétrica. La disposición de volúmenes construídos y zonas verdes está planteado para permitir la ventilación natural en la época estival. Las viviendas basadas en la racionalidad y economía están concebidas para el lugar, integrando en su arquitectura el paisaje, la cultura y la imagen andaluza tradicional de las casas blancas. En su distribución interior se busca la sencillez, el aprovechamiento y las conexiones con el paisaje gracias a las terrazas-mirador y el porche-garaje a modo de zaguán, estudiados para permanecer en sombra en verano y permitir su máximo asoleo en invierno.