La idea principal es trasladar el concepto tradicional de "ciudad jardín" (insostenible) a un nuevo modelo de “ciudad jardín en altura”.
Las viviendas son flexibles, se parte de un sistema que adquiere la versatilidad suficiente para incluir multitud de tipologías, teniendo en cuenta las nuevas formas de habitar y las necesidades de una persona o familia con el paso del tiempo.
Estas viviendas se apilan verticalmente a modo de viviendas unifamiliares con cubiertas a dos aguas sobre una serie de planos horizontales, generando una serie de espacios de sección triangular variable. Estos se emplean para incluir estrategias bioclimáticas como las terrazas ajardinadas que refrigera el aire de plantas inferiores o el forjado técnico para incluir el sistema activo de ventilación y climatización natural de las viviendas, además del efecto venturi.
Por otro lado, el espacio público unifica los diferentes edificios, integrando una serie de capas de uso y comunicaciones peatonales, dejando el tráfico rodado en una cota inferior, favoreciendo la fluidez de los peatones y las bicicletas.